jueves, 16 de junio de 2011

Con libros y a lo loco

El lunes Koldo me regaló El cuaderno de Maya (eskerrik asko Knsiglieri!!), la última novela de Isabel Allende. Enseguida terminé No me iré sin decirte adónde voy, y aunque tengo otros cinco esperando entre los sujetalibros, y El mundo amarillo que quiero releer, le di total preferencia a Maya y su cuaderno. 

El caso es que por un lado, me han pasado dos libros de "lectura obligatoria", que no supondrían un problema porque son finitos, pero ambos son ese tipo de libros que uno tiene que leer lentamente, dejándolos al poco para pensar sobre lo leído y comprender antes de seguir adelante con las páginas. Por si fuera poco, hoy me ha caído del cielo otro libro, este bastante gordo, y me atrevo a decir que con su complicación añadida. 

El tema es que cuando tengo tantas cosas juntas para leer, me pongo casi nerviosa. Quiero leerlos todos a la vez, y si caigo en una página que no me interesa mucho, mi mente empieza a divagar y me planto en otro de los libros, pensando cómo seguirá o qué interesante me resulta tal cosa que dice... Un desastre, vamos.

Y ahora estoy un poco como los niños pequeños, con varios juguetes delante que sé que no puedo usar a la vez y queriendo coger uno y otro, pero sin soltar el que tengo en las manos. Me conozco y pasaré de la duda a los nervios, y de los nervios a la mala leche. Culo veo, culo quiero. ¡Y los quiero todos!

Solo me faltaba eso: tener delante diez libros para leer y cabrearme.




"Hay días que me levanto del revés, que por mucho que me busco no me encuentro en el espejo..."

15 maneras de decir amor 
-María Frisa-

2 comentarios:

  1. Ez horregatik! No era mi intención. Si lo llego a saber no te lo regalo. Bueno, te hubiese regalado tres o cuatro libros. Solo por joder, que eso es muy yo.
    Más que duda -> nervios -> mala letxe, deberías disfrutarlo. Son escasos los momentos en los que nos gustaría hacer de todo a la vez. Y si no te vale, desayuna con uno, haz el hamaiketako con otro, come con el tercero, merienda con el cuarto, cena con el quinto y recena con el sexto. Todo se arregla con comidas y libros.

    Ya sabes, el tiempo es percepción.

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  2. Yo también tengo un montón de libros por leer, lo malo es que ahora estoy con los exámenes así que no puedo. Solo puedo leer apuntes y libros relacionados con cosas de clase, aunque me encantan igual. Todo sea dicho!

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Whoever you are, now I place my hand upon you, that you be my poem...

(Walt Whitman, 1855)